Al remanente que esta preservado en Cristo Jesús hasta el amanecer de la aurora, salud.

En estos últimos días, cuando la plenitud del evangelio ha salido de entre la oscuridad y las revelaciones de Sardis y Filadelfia se han desplegado en las Iglesias, la densa oscuridad que fue profetizada por Isaías, ahora cubre la tierra y está siendo abrazada hasta lograr casi la ceguedad total por causa del ángel de la iglesia de Laodicea. Mediante la avaricia, la liturgia, y las tradiciones vanas, las Iglesias han cumplido lo dicho por el Señor:
“Este pueblo de labios me honra;Mas su corazón está lejos de mí. Pues en vano me honran,Enseñando como doctrinas, mandamientos de hombres” (Mateo 15:8-10).

Esto es lo que desagradó al Señor cuando vino en la carne, y es lo mismo que aún hoy le enfurece. Esta epístola tratara solamente con una de las maneras en que el pueblo de Dios le ha desobedecido y le ha deshonrado en su propia casa hasta el día de hoy. Deseo que aquellos que aman la palabra de Dios puedan escuchar y de este modo rechazar los errores de los hombres para así abrazar la verdad de la escritura, para que el Dios Todopoderoso sea honrado y glorificado en su propia casa y que su gente se adorne con la salvación.

Amén.

1 Corintios 11:2-16

2 Y os alabo, hermanos, que en todo os acordáis de mí, y retenéis las instrucciones mías, de la manera que os enseñé.

3 Mas quiero que sepáis, que Cristo es la cabeza de todo varón; y el varón es la cabeza de la mujer; y Dios la cabeza de Cristo.

4 Todo varón que ora o profetiza cubierta la cabeza, afrenta su cabeza.

5 Mas toda mujer que ora o profetiza no cubierta su cabeza, afrenta su cabeza; porque lo mismo es que si se rayese.

6 Porque si la mujer no se cubre, trasquílese también: y si es deshonesto a la mujer trasquilarse o raerse, cúbrase.

7 Porque el varón no ha de cubrir la cabeza, porque es imagen y gloria de Dios: mas la mujer es gloria del varón.

8 Porque el varón no es de la mujer, sino la mujer del varón.

9 Porque tampoco el varón fué criado por causa de la mujer, sino la mujer por causa del varón.

10 Por lo cual, la mujer debe tener señal de potestad sobre su cabeza, por causa de los ángeles.

11 Mas ni el varón sin la mujer, ni la mujer sin el varón, en el Señor.

12 Porque como la mujer es del varón, así también el varón es por la mujer: empero todo de Dios.

13 Juzgad vosotros mismos: ¿es honesto orar la mujer a Dios no cubierta?

14 La misma naturaleza ¿no os enseña que al hombre sea deshonesto criar cabello?

15 Por el contrario, a la mujer criar el cabello le es honroso; porque en lugar de velo le es dado el cabello.

16 Con todo eso, si alguno parece ser contencioso [al practicar o enseñar otra costumbre], nosotros no tenemos tal costumbre, ni las iglesias de Dios (énfasis del autor).

Muchos en las Iglesias de hoy están bajo la impresión de que, como el cabello de la mujer le es dado como una cubierta (v.15), entonces ella no necesita cubrirse la cabeza cuando ella ora o profetiza. Esto no es solamente un error peligroso, (una mala interpretación de las escrituras), sino que también, si me permite decirlo, un poco ridículo. Si se lee todo el pasaje completo (el cual está basado en el Antiguo Testamento), a simple vista revelara muy claramente que la cubierta, a que se refiere el apóstol no es el cabello.

Demos un vistazo más a fondo.

Primero que nada, al hacer esto, no vayamos a pervertir la palabra de Dios con “teología”, y tratar de cambiar los significados, pretendiendo conocer el idioma griego. Tal es el caso con el folleto titulado “La Controversia de la Cubierta Doble” (originalmente en inglés, The Double Covering Controversy), que ha sido inyectado como un virus en las iglesias con el fin de confundir a la gente por medio del hechizo (la manipulación de las palabras con el propósito de distorsionar la verdad), aun como la serpiente engañó a la mujer en el principio (Génesis 3:1-6).

Simplemente, leamos la palabra.

“Toda Escritura es inspirada divinamente y útil para enseñar,
para redargüir,
para corregir,
para instituir en justicia…”
(2 Timoteo 3:16) RVA

El segundo verso nos revela que lo que veremos a continuación, es una de las ordenanzas que vienen de los apóstoles de Jesucristo nuestro Señor, a las iglesias. Las palabras de los apóstoles, son las palabras de Cristo.

“Como tú me enviaste al mundo, también los he enviado al mundo.

Y por ellos yo me santifico a mí mismo, para que también ellos sean santificados en verdad.

Mas no ruego solamente por éstos, sino también por los que han de creer en mí por la palabra de ellos….”
(Juan 17:18-20)

Y Pablo, aunque fue escogido después, también fue un apóstol, y hablo de las mismas cosas que los demás, porque todos ellos tomaron sus revelaciones de Jesucristo, personalmente. (Véase Gálatas 1:1, 11, y 12) Esto es parte de la doctrina de los apóstoles, la cual es la misma doctrina de Cristo.

Recordemos lo que el apóstol dijo acerca de la doctrina de Cristo…

“Cualquiera que se rebela,
y no persevera en la doctrina de Cristo,
no tiene a Dios…”
(2 Juan 1:9)

Ahora, continuemos. En el verso 3, Pablo establece el orden de liderazgo, o sujeción. Luego, en los versos 4 y 5, nos da el mandamiento acerca del honor hacia el liderazgo, tanto para los hombres como para las mujeres. La manera en que el varón debe honrar su cabeza (Cristo), es teniendo su cabeza descubierta cuando ora o profetiza. Esto es porque él es la imagen y gloria de Dios (verso 7). No tiene nada que ver con su cabello.

La iglesia en Corinto ya había comprendido la diferencia entre el cabello del hombre y el cabello de la mujer…Esto es evidente en la exhortación de Pablo a que juzgasen ellos mismos (versos 13-15). Ellos ya sabían que era vergonzoso para un hombre, dejarse crecer el cabello, o para una mujer raparse o cortarse el cabello. Esto no es de lo que se habla en los versos 4-6.

Él hablaba acerca de que el varón es la imagen y Gloria de Dios, ¡y no acerca de deshonrar su cabeza (Cristo), o cubrirse la cabeza cuando ora o profetiza! Es así de sencillo. De hecho, la misma conciencia del hombre sirve como testigo en cuanto al conocimiento de esta verdad (mostrando la obra de la ley escrita en sus corazones – Romanos 2:15), al quitarse el gorro en la casa de Dios, o antes de orar.

Continúa la misma idea al seguir con los versos 5 y 6. De hecho, Pablo tomó estos dos versículos para explicar acerca de la mujer (en contraste con el conciso versículo 4, en el cual habla acerca del hombre) para que pudiésemos entender exactamente lo que estaba diciendo.

“toda mujer que ora o profetiza
no cubierta su cabeza,
afrenta su cabeza…”.

Si el cabello fuera su cubierta en esta frase, el cabello del hombre lo hubiera sido también en el verso 4. Por consiguiente, el varón se hubiera tenido que rasurar la cabeza, para no deshonrar a Cristo. Pero, este no es el caso. Es evidente que en ambos versos, y en todo el pasaje entero, la cubierta a que se refiere Pablo es algo más que el cabello. El resto de los versos 5 y 6 hacen este punto abundantemente claro…

“…porque lo mismo es que si se rayese.Porque si la mujer no se cubre, trasquílese también…”

¿Qué significa “lo mismo…que si”? Esto no significa que el orar con la cabeza descubierta es porque esté rapada—sino más bien que el estado de orar con la cabeza descubierta es ¡lo mismo que si se hubiese rapado!

Estas son dos cosas distintas.

Una es la acción (orar con la cabeza descubierta, sin un velo), y la segunda es la comparación de ésta desobediencia (raparse la cabeza).

¿Qué significa la palabra “también” en el verso 6? Quiere decir “además” (Según el diccionario Webster en inglés).

De nuevo, aquí tenemos una frase donde se habla de dos cosas completamente diferentes.

“Porque si la mujer no se cubre, trasquílese también…”

Ahora bien, ¿por qué será que Pablo dice: “trasquílese también”, si la mujer ya habría estado trasquilada y el cabello corto le causara estar orando sin cubrirse? ¡Eso sería absurdo! Pero Pablo dice, “…trasquílese también”, para dejar ver que “Si vosotros pensáis que es correcto para una mujer orar con la cabeza descubierta, entonces, porque no, de la misma manera, le cortáis el cabello también.” Pablo dijo esto porque estaba seguro de que los lectores de esta carta sabían bien que era vergonzoso para una mujer cortarse el cabello; y estaba ilustrando que, de la misma forma es erróneo que una mujer ore a Dios con la cabeza descubierta. Esta frase hace uso del conocimiento de sus propias conciencias para testificarles que “…si es deshonesto a la mujer trasquilarse o raerse…”, de lo cual estaban seguros, entonces que se cubra.

Punto.

Si ustedes, mujeres de las Iglesias de hoy, creen que está bien orar a Dios descubiertas, entonces ¿por qué no raparse la cabeza de una vez?

¿Qué?

¿Será vergonzoso para ustedes raparse la cabeza? ¿Por qué? ¡Dios le dijo a Jerusalén que lo hiciera cuando ella fue rebelde (Jeremías 7:29)! Él le dijo a Israel su novia, que ¡sus malvadas cabezas estarían calvas! (Isaías 3:24)

¡¿Por qué no hacen lo mismo a las de ustedes en las Iglesias de Laodicenses?!

(“Laodicenses” significa “el pueblo de mi ira”-Isaías 10:6)
¿Dices que amas a Dios, y no quieres rasurarte la cabeza?
¡Entonces, obedece a su palabra, y cubre tu cabeza cuando oras o profetizas!

Si reúsas, estas deshonrando a tu cabeza, la cual es tu marido, y también Cristo mismo (Mujer cristiana, ¿no es también él tu esposo?).

El cabello largo es tu Gloria. Te fue dado por Dios para que la naturaleza te enseñe que debes cubrirte con un velo.

(No con un gorro—Un gorro no te cubre la cabeza de la misma manera que tu cabello largo, cuando oras a Dios.)

Paren de deshonrar a sus esposos, y a Cristo, en su propia casa. Obedezcan a la doctrina de los apóstoles, la cual es la doctrina de Cristo.

La espada flameante que gira hacia todos lados, guarda el camino al Árbol de la Vida. Solamente hay una forma de pasar adelante: obedeciendo a la palabra. La ramera de Babilonia y todas las hijas rameras solo conocerán el tormento por toda la eternidad. “Salid de en medio de ella, pueblo mío…” dice el Señor….Solo fíjese en las mujeres de Dios en las escrituras–

Génesis 24:65
Números 5:18
ut 3:15
Isaías 3:23
Cantares 5:7

Sus velos eran parte del vestuario cotidiano…. ¿Por qué? Pablo lo explico en 1 Corintios 11:2-16…para que el honor hacia la autoridad de sus maridos pudiese ser manifiesta ante Dios, los ángeles, y los hombres. Esto fue escrito en la ley (Génesis 3:16) y confirmado mediante los escritos del Nuevo Testamento.

Es mi oración ferviente, que esta epístola pueda llegar al remanente que tiene oídos para oír, corazones humildes; y quienes están más prestos para complacer al Señor Jesucristo, antes que abrazar a las vanas tradiciones de los hombres.

Oh, si las personas del Dios viviente fueran diligentes en estos últimos días para ser lavados de toda inmundicia de las doctrinas y mandamientos de los hombres, y lo adoraran en espíritu y en verdad…

AMEN.