En estos últimos días, los oídos de muchos en las iglesias se han desviado tras las fabulas y han prestado atención a las doctrinas de demonios. Hoy más que nunca, es necesario de que la iglesia de Jesucristo se acerque más a su cabeza para que sea lavada con agua por medio de la Palabra. Estos son los tiempos cuando los hombres se han vuelto perezosos, complacientes y están “…reposando en Sion….” Es el tiempo del ángel de la iglesia de Laodicea, cuando los que se llaman cristianos así mismos, dicen “…yo soy rico, y estoy enriquecido…”, mas no saben que son “…desventurados, miserables, pobres, ciegos y desnudos” (Apocalipsis 3:14-22). Así es que, la misión y llamado de este varón de Dios es enseñar la palabra del Señor Jesús, de una manera correcta y fiel en estos últimos días.
Es mi oración que usted, como lector, considere en oración todas las cosas que lea y que escudriñe las escrituras para verificar si, lo que se haya escrito aquí, es realmente la Palabra de Dios correctamente aplicada.

“Trazar (o usar) la palabra de Dios correctamente (2 Timoteo 2:15),” sencillamente significa que la usemos precisamente para lo que fue destinada, con su debido propósito en mente. De otra manera, estaríamos sacando las palabras fuera de su contexto apropiado, para formar una doctrina que no está inspirada en las Escrituras.

En estos últimos tiempos, muchos que profesan ser cristianos basan sus creencias en eruditos y comentaristas bíblicos, cuyas creencias están cimentadas en las opiniones de su denominación; sin antes haber investigado las palabras por ellos mismos. Por lo tanto, se ha vuelto peligrosamente fácil para los hombres pararse en los pulpitos de hoy y usar uno o dos versos fuera de contexto, para enseñar doctrinas que son completamente ajenas a la palabra de Dios, engañando así a multitudes; porque la gente en las iglesias simplemente no conocen sus Biblias. Este es el propósito de mi llamado en el Señor para estos últimos días y también para el material que usted leerá. Así es que, permanezca en oración y estese listo para escuchar la palabra de Dios y rechazar todas las tradiciones que probablemente se le hayan enseñado desde su niñez, (¡como a mí también se me había enseñado, hasta que empecé a leer las escrituras por mí mismo!), y deje que esas tradiciones vanas de los hombres sean reemplazadas por la palabra pura de Dios, en el nombre de Jesús.

Amén.

Es muy importante saber trazar (o usar) el Nuevo Testamento correctamente, ya que esta es la dispensación (o el periodo de tiempo) en que estamos viviendo ahora. Entonces, ¿Qué es el Nuevo Testamento? El Nuevo Testamento es el cumplimiento del Antiguo Testamento. En el Antiguo Testamento, fue escrito lo siguiente por la mano del profeta Jeremías:

“He aquí que vienen días, dice Jehová, en los cuales haré nuevo pacto con la casa de Jacob y la casa de Judá:

Mas éste es el pacto (testamento) que haré con la casa de Israel después de aquellos días, dice Jehová: Daré mi ley en sus entrañas, y escribiréla en sus corazones; y seré yo a ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo”.

(Jeremias 31:31-33).

Este Nuevo Pacto (o Testamento) era un pacto de sangre—el cual Dios había planeado desde el principio, y el porqué de los sacrificios de sangre del Antiguo Pacto, los cuales nunca pudieron quitar el pecado (Hebreos 10:11), pero eran una sombra de lo que había de venir. (Colosenses 2:17).

“Mas venido el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo, hecho de mujer, hecho súbdito a la ley,

Para que redimiese a los que estaban debajo de la ley, a fin de que recibiésemos la adopción de hijos”.

(Gálatas 4:4,5)

Para que por el poder de SU SANGRE pudiésemos ser libres del poder del pecado y de la condenación del mismo, y ser limpios por medio de la obediencia al evangelio del Nuevo Testamento.

Entonces, el Nuevo Testamento en nuestra Biblia es el relato histórico de:

…cómo Jesús vino en la carne y realizo lo que había prometido en el Antiguo Testamento,

…y también de

…las primeras décadas en la iglesia del Nuevo Testamento, y así mismo de las enseñanzas de los apóstoles y ancianos en cuanto a la doctrina de Cristo, conforme al mandamiento que les fue dado por Él diciendo:

“…doctrinad a todos los Gentiles, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo:

Enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado…”

(Mateo 28:19, 20).

Realmente, la Biblia es muy fácil de comprender si uno se toma el tiempo de estudiarla y está dispuesto a obedecerla.

Entonces, vamos a ver el Nuevo Testamento…

El Nuevo Testamento contiene 27 cartas, las cuales son comúnmente conocidas como libros. Estas cartas están en orden cronológico por una buena razón.

Los primeros cuatro libros son:

Mateo

Marcos

Lucas

Juan

Estos libros nos dan un relato histórico acerca de las cosas que debemos saber las cuales pasaron desde el nacimiento de nuestro Señor Jesucristo hasta el tiempo de su ascensión; incluyendo su vida, enseñanzas, milagros, persecuciones, crucifixión, muerte, sepultura, resurrección, y su aparición ante los discípulos por los próximos cuarenta días después.

Es importante observar que en este punto, el Nuevo Pacto (o Testamento) que Jesús vino a darnos, no había sido establecido aquí todavía. Se había hablado de ello aquí, y el camino se hizo en este punto, pero aquí, en los cuatro evangelios de Mateo, Marcos, Lucas, y Juan:

…NO hay iglesia,

NO hay cristianos,

y el evangelio del Nuevo Testamento NO está siendo predicado.
El evangelio (o las buenas nuevas) que Jesús estaba predicando era el hecho de que el reino de Dios estaba cerca, y que era tiempo de que los judíos se arrepintieran y creyeran en su Mesías. Era un evangelio únicamente para el judío, y había sido predicado bajo la dispensación de la ley, para que “…las ovejas perdidas de la casa de Israel” (Mateo 15:24) pudieran ser reunidas hacia su Pastor, tal como Él había prometido como fue dicho por el profeta Ezequiel (Ezequiel 34:11,12).

Entonces, necesitamos tener en mente que las cosas que Jesús dijo en estos cuatro libros no fueron dirigidas a todo el mundo (aunque a veces se refirió al mundo en sus enseñanzas), pero solamente a la casa de Israel—los judíos. La falta de conocimiento acerca de esta verdad tiene a multitudes de gente en las Iglesias confundidas en estos últimos días, de la misma manera en que sacan varios versículos de estos cuatro evangelios fuera de su contexto, y no los aplican bien a la iglesia, cuando en realidad no había iglesia en ese tiempo. El Señor Jesús estaba tratando exclusivamente con la casa de Israel.

Como está escrito en Romanos 15:8,

“Digo, pues, que Cristo Jesús fue hecho ministro de la circuncisión por la verdad de Dios, para confirmar las promesas hechas a los padres [Abraham, Isaac, y Jacob]…”

Estos cuatro libros son parte del Nuevo Testamento de nuestras Biblias porque cuentan la historia de cómo el Nuevo Testamento fue preparado y realizado por Dios en su Hijo, Jesucristo. No obstante, el periodo del Nuevo Testamento en el cual vivimos no empezó durante ese tiempo.

El profeta Jeremías dijo,

“…Daré mi ley en sus entrañas, y escribiréla en sus corazones…”

(Jer.31:33);

…y Pablo, el apóstol de Cristo cito a Jeremías

de esta manera:

“…Habitaré y andaré en ellos; y seré el Dios de ellos, y ellos serán mi pueblo.”

(2 Corintios 6:16).

Entonces, ¿cuándo se cumplió esta profecía?

Hechos de los Apóstoles

Esto aconteció cuando llegó el día de la celebración del Pentecostés, en el año del Señor 33, cincuenta días después de la resurrección de nuestro Señor Jesucristo (como fue escrito en la ley—Levítico 23:10-21); y el relato de este acontecimiento está escrito en el libro de Hechos de los Apóstoles. El libro de los Hechos comienza donde los cuatro evangelios terminan, cronológicamente. Fue escrito por Lucas, y empieza después de la resurrección de nuestro Señor y un poco antes de su ascensión hacia el cielo; y así continúa como un relato histórico de los eventos que tuvieron lugar desde el nacimiento de la iglesia Nuevo-testamentaria, hasta algunas décadas hacia el futuro, para que podamos ver:

· Cómo la promesa del Espíritu Santo fue derramada

· Cómo los apóstoles de Cristo predicaban el evangelio que Él les dio,

· El orden en que predicaron (judíos, samaritanos, gentiles),

· Cómo las personas fueron salvas y llegaron a ser cristianos,

· Cómo las Iglesias se establecieron, y

· Cómo Dios dio testimonio con poder a la palabra de sus apóstoles.

En el segundo capítulo de Hechos nació la iglesia del Nuevo Testamento por medio de la cual el evangelio comenzó a ser predicado en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y a los Gentiles (Hechos 1:8), tal como el Señor le había mandado a los apóstoles.

Solamente en el libro de los Hechos podremos leer el relato histórico de:

· La predicación del evangelio,

· la gente obedeciendo al evangelio para ser salvos,

· el establecimiento de las iglesias,

· y los discípulos de Jesús haciendo los mismos milagros que El hizo, por fe en su nombre.

(Juan 14:12-14).

Así que, el libro de los Hechos es una continuación de la historia de los cuatro evangelios, comenzando con la ascensión de Jesús hacia al cielo, y después describiendo el comienzo de la iglesia Nuevo-testamentaria, la cual el compró con Su sangre según el relato de los evangelios Mateo, Marcos, Lucas, y Juan.

Entonces tenemos—–

Las Epístolas (Romanos – Judas)

Romanos

1 & 2 Corintios

Gálatas

Efesios

Filipenses

Colosenses

1 & 2 Tesalonicenses

1 & 2 Timoteo

Tito

Filemón

Hebreos

Santiago

1 & 2 Pedro

1,2, & 3 Juan

Judas

Estas son cartas (epístola es una palabra que significa carta), las cuales fueron escritas por los apóstoles y ancianos a las iglesias.

En el libro de los Hechos, podemos ver que muchas de estas iglesias son establecidas (Corinto-Hechos 18, Galacia–Hechos 16:6 & 18:23, Éfeso–Hechos 19:1-7, Tesalónica–Hechos 17:1-9, etc…).
Así que, después que los apóstoles salieron a predicar el evangelio, bautizando a los creyentes, y enseñándoles los mandamientos del Señor (Mateo 28:19,20), continuaron predicando en otros lugares, y a veces enviaban cartas a las iglesias donde habían visitado antes con el propósito de enseñar, consolar, amonestar, y aún corregirles. Esto es lo que es una epístola. No son escritas para el mundo entero, sino para los cristianos. En ellas no se predica el evangelio para los pecadores para que sean salvos del pecado. Estas contienen instrucciones para los santos quienes ya habían oído y obedecido el evangelio de los apóstoles; con el fin de afirmarlos más en la verdad, darles un entendimiento más grande y profundo del evangelio que ya habían obedecido, y enseñarles cómo debían vivir sus vidas dentro y fuera de la iglesia, y para glorificar a Dios y heredar su reino.

Entonces, recuerde que cuando vea el pronombre “nosotros”, no se está refiriendo al mundo, sino a la Iglesia de Dios. Cuando los escritores se refieren al mundo, se distingue por el uso del pronombre “ellos”. Esto es tan importante de entender, y a la vez es una parte fundamental para saber cómo trazar o aplicar el Nuevo Testamento en la Biblia, debidamente.

Si nosotros sacáramos una frase de los cuatro evangelios, de los cuales se les hablo a los judíos, y la leyéramos como si estuviera dirigido a la iglesia, causaría error y confusión.

De igual manera, si nosotros sacáramos una frase de una de las epístolas, y la leyéramos como si estuviera dirigida al mundo, o como si se estuviera predicando el evangelio a los pecadores, esto también causaría error y confusión.

Últimamente, tenemos el libro de—

Apocalipsis: La Revelación de Jesucristo

Este libro es de profecía. No se llama “Revelaciones” ni tampoco es la Revelación de Juan. Es sencillamente lo que indican las primeras cuatro palabras—La Revelación de Jesucristo—. Cronológicamente, trata con el periodo de tiempo empezando con el nacimiento de la iglesia Nuevo-testamentaria, hasta la consumación de todas las cosas, y el establecimiento del reino eterno de Dios, cuando el tiempo se acabará, el impío estará eternamente en el lago de fuego, y el justo reinará con Dios (Jesucristo) para siempre jamás.

Este libro está dividido de la siguiente manera:

· Capítulo 1———-la visión de Jesucristo

· Capítulos 2-3——la dispensación de la iglesia Nuevo-testamentaria

· Capítulos 4-20—–el juicio e ira de Dios sobre la tierra

· Capítulos 21&22—el establecimiento del reino eterno de Dios

Así es como se debe dividir el Nuevo Testamento…es realmente sencillo. Si examinamos el evangelio del Nuevo Testamento colocándolo como el punto central,

Podemos decir que:

· en los cuatro evangelios (Mateo-Juan), el evangelio fue PREPARADO-

· en el libro de los Hechos, el evangelio fue PREDICADO-

· en las epístolas (Romanos – Judas), el evangelio fue PRESERVADO-

· en la Revelación (o Apocalipsis), el evangelio fue PRESUNTO-

Es mi oración y ferviente deseo de que esta lección le haya dado un entendimiento claro de las bases del Nuevo Testamento en la Santa Biblia; y que con este fundamento, usted comprenda más y más, por la gracia de Dios, como trazarlo (usarlo) y aplicarlo debidamente y percibir las cosas que están escritas en él. Espero que usted sea lavado de todos los errores que provienen de las organizaciones de los hombres por la palabra pura de Dios, y que salga completamente de esas enseñanzas de Babilonia y que camine hacia la Novia.

Aquellos que no conocen como trazar (o usar) bien la palabra de Dios, jamás la entenderán.

Este no es un libro de versículos “mágicos”, para ser adaptados en cualquier contexto en donde encajen, con tal de satisfacer al lector (esto es brujería).

Al contrario, este es un libro dado por el Dios del Cielo, inspirado palabra por palabra, y que su orden tiene un propósito, para que aquellos a quienes Él ha escogido (sus ovejas) sepan la verdad y la obedezcan para vida eterna.

El profeta Oseas habló estas palabras de parte del Señor:

“…Porque los caminos de Jehová son derechos, y los justos andarán por ellos: mas los rebeldes en ellos caerán”.

(Oseas 14:9).

Entonces, dividamos y apliquemos la palabra de Dios debidamente para que vivamos.

“Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que traza (o usa) bien la palabra de verdad”.

2 Timoteo 2:15

“En justicia son todas las razones de mi boca; No hay en ellas cosa perversa ni torcida.

Todas ellas son rectas al que entiende, Y razonables a los que han hallado sabiduría”.

Proverbios 8:8,9

“Ten cuidado de ti mismo y de la doctrina; persiste en ello; pues haciendo esto, a ti mismo salvarás y a los que te oyeren”.

1 Timoteo 4:16