En los últimos tiempos, las iglesias modernas de hoy en día siguen repletas de tradiciones no bíblicas de los hombres. En lugar de alabar al Señor Jesucristo, según su palabra, uno de los errores que se practica entre los círculos religiosos, que para este maestro se destaca como quizás lo más ofensivo a Dios Todopoderoso, es la práctica blasfema de “invocar la sangre“…
A través de este acto (el cual no es enseñado o practicado en ningún sitio en la biblia) aquellos que creen que son Cristianos piensan a que están utilizando la sangre de Jesucristo para protección, salvación, o la bendición de otra forma, sobre otras personas, situaciones o en contra de un enemigo a través del supuesto acto de “invocar” con un comando vocal, como si tuvieran la sangre en una pistola pulverizadora y fueran capaces de simplemente disparar a cualquier blanco que quieran eliminar por cualquier razón que consideran buena.
¿De donde sacaron estas personas la idea de que podían hacer esto?
¿O incluso que este acto es bueno hacerlo?
Lo hacen porque las denominaciones MUERTAS a las que pertenecen lo hacen; y la muerte hace lo que la muerte ve: en pocas palabras, los que se alimentan de pan muerto (las tradiciones vanas de las iglesias organizadas de Laodicea) son tan ciegos como los que los alimentan a ellos (sus falsos maestros y pastores criados por seminarios). Y es así, como un ciego guía a otro ciego, ambos caerán en el hoyo, todo el tiempo creyendo que estaban en su camino hacia el reino; excepto que su creencia no era de la palabra de Dios, sino más bien de las enseñanzas de los hombres…
Veamos lo que dice la Palabra de Dios y nos daremos cuenta de lo que dice acerca de la sangre de Cristo.
Levítico 17:11
“Porque la vida de la carne en la sangre está: y yo os la he dado para expiar vuestras personas sobre el altar: por lo cual la misma sangre expiará la persona.”
Mateo 26:28
“Porque esto es mi sangre del nuevo pacto, la cual es derramada por muchos para remisión de los pecados.”
Romanos 3:25
“…por la fe en su sangre, para manifestación de su justicia, atento á haber pasado por alto, en su paciencia, los pecados pasados…”
Romanos 5:9
“…justificados en su sangre, por él…”
Efesios 1:7, Colosenses 1:14
“En el cual tenemos redención por su sangre, la remisión de pecados…”
Debe quedar claro por estos pasajes de la Palabra de Dios que la sangre de Cristo Jesús fue derramada por una sola razón: para la:
Remisión de los pecados
Punto.
Y la Biblia nos dice claramente cómo recibir la remisión de los pecados que fue comprada por cada hombre por esa sangre —
“Y Pedro les dice: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo.”
Hechos 2:38
Eso es todo. ¡La sangre de Cristo es preciosa (1 Pedro 1:19); fue derramada con desinterés, y con amor sin igual, con el propósito de redimir a los hijos de los hombres de sus pecados; NO para que los ignorantes vallan “invocándola” sobre todo y por todos como si pudieran utilizarla para salvar, sanar, o liberar a la gente a su antojo, para que sus organizaciones den la impresión que realmente están realizando un gran trabajo para el Señor!
Los cristianos tienen un arma todopoderosa y victoriosa para utilizar contra el enemigo (Satanás). Esta arma se puede utilizar debidamente y sin falla contra las enfermedades, las dolencias, las mentiras, las adicciones, las herejías, hechicerías, y cada atadura del Diablo. La vemos utilizada por Jesús y por su iglesia en la biblia a través del Nuevo Testamento. ¡Esta arma es LA PALABRA DE DIOS y elNOMBRE DE JESUCRISTO!
Lucas 10:17
“…Señor, aun los demonios se nos sujetan en tu nombre.”
Marcos 16:17
“…En mi nombre echarán fuera demonios…”
Hechos 3:6
“…en el nombre de Jesucristo de Nazaret, levántate y anda.”
Hechos 10:38
“…cómo le ungió Dios de Espíritu Santo y de potencia; el cual anduvo haciendo bienes, y sanando a todos los oprimidos del diablo…”
La “espada del Espíritu” es la Palabra de Dios (Efesios 6:17); y es el arma ofensiva que se nos ha dado con la cual podemos asaltar las ataduras del enemigo. Y el poder de su palabra es-
¡Su nombre!
Salmos 138:2
“…Porque has hecho magnífico tu nombre, y tu dicho sobre todas las cosas.”
Juan 14:14
“Si algo pidiereis en mi nombre, yo lo haré.”
La ESPADA es el arma ofensiva, y el NOMBRE es la autoridad que hace que sea eficaz… y es el poder que el Señor Jesús ha puesto en las manos (o bocas) de sus santos.
Usted puede “invocar la sangre” contra el diablo durante todo el día; pero el sólo se reirá de usted y continuara devorando. Es como si lo amenazaran con un crucifijo, un ajo, o una bala de plata… De esta manera, usted nada más está repitiendo la retórica de los religiosos engañados, y esa retórica en la Biblia es llamada, “doctrinas de demonios” (1 Timoteo 4: 1). ¡Porque de allí es precisamente de donde proviene! ¡Diablos han puesto “espadas de goma”, por así decirlo, en las manos de los apáticos perdidos, y las muchedumbres engañadas por las iglesias modernas, para que nunca más sean una amenaza!
Imagínese cuánto podría salirse con la suya si usted fuera un demonio, y pudiera sustituir con éxito las espadas reales en las manos de su enemigo con las de goma… ¿Cuánto les temería ahora? Esto es precisamente lo poco que los demonios le temen a los falsos Cristianos de la iglesia de Laodicea con corazones tibios, que corren en su celo mal dirigido (porque no conocen ni al Señor Jesucristo ni a su evangelio), gritando: “¡Me acojo a la sangre en tu contra, diablo!” Estos falsos soldados representan una broma y burla para las filas de los poderes de las tinieblas; no significan amenaza en absoluto… sólo entretenimiento para el maligno y sus hordas…
Ese es el lado más ligero de esta tragedia.
El otro lado es mucho más grave. La realidad es que estas pobres almas perdidas se enfrentarán un día al Juicio ante el Tribunal de Cristo Jesús, y serán obligadas a dar cuenta de la forma blasfema en la que han despreciado la PRECIOSA SANGRE que fue derramada por ellos por Cristo Jesús, y por haber hecho un mal uso del nombre del Señor, pretendiendo poner esa sangre preciosa en donde no pertenecía, donde no tenían autoridad alguna, y para fines que el Señor nunca mandó.
Está escrito en la Escritura,
“Y ellos le han vencido
Por la sangre del Cordero y por la palabra de su testimonio;
Y no han amado sus vidas hasta la muerte”.
(Apocalipsis 12:11).
Pero la forma en que ellos [los redimidos] lo han vencido [Dragón- Satanás] por la sangre del Cordero fue por la remisión de sus pecados. ¡Por lo tanto el “acusador de nuestros hermanos” (versículo 10) era impotente para acusarlos!
¡Y la palabra “de su testimonio”, es la palabra de Dios que está en sus bocas, con la cual ellos van, “Destruyendo consejos” (2 Corintios 10:5), y vencen las mentiras del diablo con la verdad de Dios todopoderoso!
¡Así que no permita que los maestros de las iglesias modernas de hoy le hagan cosquillas en el oído y lo engañen al aplicar incorrectamente un versículo de la Escritura, diciéndole que significa algo que no tiene NADA QUE VER CON EL RESTO DE LA ESCRITURA!
¡Ni una sola vez el Señor Jesús dijo que su sangre iba a ser “invocada” como un arma contra el diablo, para defender a los perdidos, para reprender enfermedad o poderes de las tinieblas! La sangre de Cristo fue derramada para remisión de los pecados; no para ser utilizada como un arma y ser lanzada de aquí para allá a la voluntad de aquellos ignorantes y brutales, que sólo conocen la carne. Los que siguen esta tradición vana de los hombres perecerán absolutamente en su propia corrupción.
Por otra parte, existen aquellos pocos que de ahora en adelante leerán estas palabras, y verán a partir del testimonio de la Palabra de Dios, que este mensaje es verdadero, y se arrepentirán de su error, caminaran en la justicia y en la victoria sobre el poder de la oscuridad dividiendo correctamente la Palabra de Dios, y utilizaran el arsenal con el cual ha sido equipada la verdadera novia de Cristo.
Esa es la razón de esta epístola. Los malos no conocen juicio. No escucharan ni se arrepentirán. Pero la semilla de Cristo; es decir, aquellos que han nacido de su palabra, y en los cuales esta su vida. Amado, si usted puede escuchar este mensaje, usted es uno de ellos.
Les ruego en el nombre de Jesucristo, nuestro resucitado Señor y Patrón, que paren de realizar las obras de la iglesia de Laodicea [Laodicea significa el pueblo de la ira de Dios], y sean muy cuidadosos al examinar las Escrituras para ver si alguna cosa que hagan o digan en servicio del Señor Jesucristo está de acuerdo, o no con su Palabra.
¡Pequeños, crean lo que les digo en el nombre del Señor Jesucristo; las iglesias de hoy todavía necesitan ser lavadas; y la abominación que se describe en esta epístola es sólo una de las muchas cosas que la gente está haciendo en las iglesias de hoy, pensando que están agradando a Dios, cuando en realidad (según la Biblia) todo lo que están haciendo es enfureciéndole más y más!
Y su día vendrá, cuando oirán al Señor a quien ellos pensaban que estaban sirviendo diciéndoles:
“…Nunca os conocí; apartaos de mí, obradores de maldad.”
(Mateo 7:23)
“Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo.”
(Hechos 2:38)
“¿Cuánto pensáis que será más digno de mayor castigo, el que hollare al Hijo de Dios, y tuviere por inmunda la sangre del testamento, en la cual fue santificado, é hiciere afrenta al Espíritu de gracia?”
(Hebreos 10:29)
En el día de juicio, la devoción por las tradiciones religiosas vanas de los perdidos no les aprovechara de nada. ¡Sólo aquellos que han obedecido la palabra de Cristo prevalecerán en ese día!
(Apocalipsis 22:14)
Amados, sean bendecidos mientras buscan y sirven al Señor Jesucristo con todo su corazón.
He aquí, que viene rápidamente, y su recompensa con él, para dar a cada uno según su obra.
¡Maranatha!
***AMEN***
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